jueves, 13 de octubre de 2011

La Psicología y lo Otro

Transcripción por Alejandro Bica de algunos fragmentos de la Introducción a "Soul Violence (Collected English Papers)" de Wolfgang Giegerich, leídos y comentados en el curso Psicología y Verdad dado por Enrique Eskenazi. Comentarios de Enrique Eskenazi entre corchetes.

Pued leerse picando aquí


jueves, 6 de octubre de 2011

Heidegger: Pensamiento & Verdad- Clase 5


Picando este enlace puede escucharse la última clase del curso"Heidegger: Pensamiento & verdad" en el que se tratan temas como qué sea pensar, pensamiento reflexivo meditativo y pensamiento calculdor, la esencia de la tecnología y otros tantos

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Curso RECOMENDADO sobre el pensamiento viviente de C. G. Jung



Palabras como : "arquetipo", "sombra", "animus", "anima", "inconsciente", "complejo", "individuación", …forman parte del vocabulario preciso y novedoso, con el que C.Jung se acercó al movimiento de la psique.

Su manera de entender la psicologia abrió la puerta a toda clase de interpretaciones,( además de proporcionar un marco teórico desde el que acercarse a los fenómenos psíquicos y sus manifestaciones), siendo un pensador fundamental en lo que concierne a las preguntas sobre el alma.

Pero que fue lo que Jung pensó y a lo que dedicó toda su vida?. O mejor dicho..Que fue lo que se pensó en Jung?. Que queria decir Jung, a que queria hacer alusión, con esa terminologia?.

La obra de C.Jung es extensa e imprescindible. Acercarse a ella psicológicamente, requiere pensar lo que se pensó en Jung; pensar “sus” imágenes, más que dar por supuesta la “verdad” de las mismas.

Abordar la obra de Jung es una tarea harto compleja y dificultosa debido a la cantidad de trabajo publicado y al recorrido que el propio Jung realizó en su obra.Se trata de una investigación continua; de modo que aquello que le interesaba en un momento dado de su vida, pasaba en otro momento, a atenderse desde otras perspectivas que dejaban de lado las anteriores y a la vez las integraba en una nueva visión que daba sentido y coherencia a su obra.

La pregunta por el alma, no le permitió poder seguir siempre fiel a sus postulados, por lo que cayó en contradicciones que representan la viveza de su pensamiento, a la vez que abren definitivamente la puerta a la tarea de abordar “una psicologia con alma”, que posteriores psicólogos como: J.Hillman y W.Giegerich retomaron.

He estructurado este curso en cuatro bloques, que pueden parecer arbitrarios, pero que permiten entender aquello que preocupó a Jung y el lenguaje con el que atendió la problemática.

-El yo y lo inconsciente.: sujeto y objeto, las proyecciones psíquicas, el concepto de sombra, los tipos psicológicos. La dinámica de lo inconsciente.

-Sobre la teoria de los complejos.: los complejos de carga afectiva, dinámica de los complejos, arquetipos e inconsciente colectivo, arquetipo e instinto, arquetipo paterno y arquetipo materno. La sicigia anima y animus.

-Sobre la dinámica de los símbolos.: los símbolos de transformación, los símbolos y el alma, vida y muerte del símbolo . El concepto de símbolo.

-Psicologia y religión.: la alquimia en Jung, el problema del mal, el misterio de la conjunción, el axioma de Maria, el proceso de individuación y el Self. El concepto del "Sí-mismo".

El curso dará comienzo en la Librería Sto. Domingo (c/San Domènec del call nº4) el miércoles dia 5 de octubre a las 19h.

Información e inscripcciones:

Josep Vila

653 91 13 04 jvilamase@gmail.com

Precio: 70e. mes

Duración del curso: 6 meses aproximadamente.

BIBLIOGRAFIA:

Jung,C.G. (1991). Arquetipos e inconsciente colectivo ( 4 ed.). Ediciones Paidós, Barcelona.

Jung,Carl Gustav (1963). Símbolos de transformación .Barcelona. Ed. Paidós.

Jung,Carl Gustav(1986). Aion. Barcelona. Ed. Paidós.

Jung, Carl Gustav (2002).Mysterium Coniunctionis. Obra completa vol.14. Madrid. Ed.Trotta

Jung, Carl Gustav (2004) . La dinàmica de lo inconsciente. Obra completa vol. 8 Madrid.Ed. Trotta

Jung, Carl Gustav (2002). Tipos psicológicos. Obra completa vol. 6. Madrid. Ed Trotta.

Jung, Carl Gustav (2004).Psicologia y alquimia. Obra completa vol. 12. Madrid. Ed Trotta.

Jung, Carl Gustav (2004).La vida simbólica. Obra completa vol. 18. Madrid. Ed Trotta

Jung,Carl.Gustav.(1969) Los complejos y el inconsciente Alianza editorial. Madrid

Jung,Carl.Gustav.(2001) Recuerdos,sueños,pensamientos. Barcelona. Ed. Seix Barral.

Jung,Carl Gustav (1936) El yo y lo inconsciente. Barcelona. Luis Miracle Editor.

Jung,Carl Gustav (1964) Respuesta a Job. Madrid. Fondo de Cultura Económica de España.


martes, 13 de septiembre de 2011

heidegger: Pensamiento y verdad- Primera conferencia

La primera clase del curso "Heidegger: Psicología y Verdad", puede escucharse picando aquí.

Esta clase es una introducción a la problemática de Ser y Tiempo, la obra que en 1927 colocó a Heidegger en el centro del panorama filosófico.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Heidegger: Pensamiento y verdad


A partir del martes 6 de septiembre, nuevo curso sobre Heidegger: Pensamiento y Verdad

El gran psicólogo Wolfgang Giegerich ha escrito con agudeza:

“En esta era es precisamente la psicología la que tiene la tarea de proporcionar un asilo para una presencia real de la noción de verdad. Todo lo demás parece haber abandonado la verdad: las ciencias por supuesto y por definición, pero también la teología, la psicología personalista, el esoterismo New Age, el posmodernismo, el fundamentalismo, incluso el arte y la filosofía, cada uno de modos y aspectos muy diferentes. Debido a que en nuestro mundo se siente dolorosamente la desintegración de todos los valores y la disminución de cohesión social, parece no haber mejor respuesta a esta desintegración que hacer una de dos: 1) o bien refugiarse en posiciones fundamentalistas reaccionarias, sosteniendo estos o aquéllos dogmas muertos cuya previa verdad viviente se sustituye con el propio fanatismo subjetivo, o 2) se intenta revitalizar la disciplina filosófica de la ética, y crear todo tipo de nuevos institutos para la investigación ética, sin advertir que la ética no sirve de nada si no está respaldada y autorizada por una respuesta real a la cuestión de la verdad. Pero esta era no quiere la verdad. Aparte de la ganancia rápida, quiere una avalancha de información, imágenes, estímulos, sentimientos, acontecimientos y por supuesto procesos automatizados. Nuestra era disfruta “deconstruyendo” sistemáticamente toda nuestra tradición metafísica (“logocéntrica”) y nuestra herencia cultural a medida que se desplaza felizmente hacia la “realidad virtual”, que es una realidad que está absolutamente vallada, porque es absolutamente libre de toda verdad.”
(W. Giegerich, La Vida Lógica del Alma)

Alma y verdad son correlativos. Para nosotros esto significa que ser en el alma o lograr percibir psicológicamente equivale a caminar sobre la alfombra de la verdad (Hölderlin) o a “bañarse” en el elemento llamado Verdad como en el tan buscado elixir de la vida de los alquimistas, el aqua permanens”

No basta con tener, abrigar y trabajar con ideas e imágenes. La cuestión de la verdad no es académica. No tiene nada que ver con dogmas y doctrinas (que son defensas contra la verdad, instituciones que pretender volver innecesario el avance hacia lo salvaje); no tiene nada que ver con la llamada “verdad” de las proposiciones. Debe descartarse toda la idea de “la verdad de” los contenidos de conciencia. La verdad en nuestro contexto no es nada positivo, ni siquiera algo como las llamadas “verdades eternas” (que de hecho son las antiguas verdades congeladas de estadios previos del mundo). La verdad es negativamente una forma de ser-en-el-mundo, un estado de la existencia. No es nada que tenga que ser “aceptado” o sobre lo que pueda “dudarse”. Al sentir que tenemos que aceptar (estar de acuerdo) o que podemos dudar, obviamente estamos dentro del espacio vallado de la esfera domesticada, y seguimos preocupados todavía con “contenidos” positivos.

Esquivar la cuestión de la verdad es una defensa, un intento de permanecer a distancia del alma, de quedarse fuera de lo implacablemente salvaje, y de limitarse en cambio a un mero imaginar cosas y contemplar todo el alcance del pandemonio politeísta de imágenes. Ciertamente este tipo de contemplación puede evaluarse como una especie de atisbar y espiar el reino de la “pre-existencia”, pero sólo desde el lado seguro del país del ego. Entonces la psicología se une a la corriente dominante de nuestra civilización que se encamina al ciberespacio y al mundo de multimedia. Pero probablemente el alma no nos dejará huir de esa manera. Si no estamos dispuestos a pagar todo el precio que nos exige respondiendo por la verdad de nuestro imaginar, elevándolo así al nivel del conocimiento y de la Noción, la realidad nos exigirá poderosamente un precio mucho más caro. Nos enseñará -y ya está enseñándonos- cuál es el precio por eliminar la cuestión de la verdad.

La verdad es el punto donde somos llamados a dar un paso adelante y alistarnos -en pro de la profundidad de cada situación real particular en la que nos hallemos, en pro del alma, en pro de la imagen en la que se manifiesta el alma. Cada situación real, cada sueño, cada imagen, viene con la invitación a que le digamos “¡Esto es!”, “hic Rhodus, hic salta”. “¡Esto es!” implica una doble presencia; 1. “Estoy aquí”, reportándome para el servicio, por así decirlo, e poniéndome incondicionalmente en juego. 2. Esta situación en la que estoy tiene, a pesar de como sea, todo lo que necesita (y así también el potencial de su realización) dentro de sí misma. Aquí y ahora, en esta vida mía, en este mundo, ha de estar el sitio de último cumplimiento. Este presente real mío es mi único camino real de entrada a mi paraíso y mi infierno. No hay alternativas, no hay salida. Es esta la actitud que abre lo salvaje para mí y me abre a mí hacia “el hombre total” y para el encuentro con la Verdad como esencia interior de lo salvaje”

Ciertamente, el tema de la verdad parece estar prohibido en nuestra cultura y en nuestro tiempo, a pesar de ser uno de los temas esenciales del pensamiento occidental. Los grandes filósofos se han topado con este tema y lo han afrontado, siendo el último de ellosMartín Heidegger, cuya obra es una reflexión sobre el pensamiento, la verdad, el lenguaje y el ser.

El objetivo del curso es ayudar a entender lo que significa “verdad” cuando se ponen en cuestión los presupuestos del sentido común y se vuelve a descubrir el significado de la verdad (que determina también la no-verdad) como un hacer-verdad y no sólo un "decir".

El curso consistirá en la lectura y comentario de textos escogidos de Heidegger, especialmente:

De la esencia de la verdad (Herder, Barcerlona, 2007)

La doctrina platónica de la verdad (artículo incluido en HITOS, Alianza, Madrid, 2007)

De la esencia de la verdad (artículo incluido en HITOS, Alianza, Madrid, 2007)

De la esencia del fundamento (artículo incluido en HITOS, Alianza, Madrid, 2007)

Problemas fundamentales de la filosofía (ed. Comares, Granada)

Serenidad (ed. del Serbal, Barcelona, 2002)

Del camino al habla (ed. del Serbal, Barcelona, 2002)

La pregunta por la técnica (incluido en Conferencias y Artículos, ed. del Serbal, Barcelona, 2001)

Ciencia y meditación (incluido en Conferencias y Artículos, ed. del Serbal, Barcelona, 2001)

¿Qué quiere decir pensar? (incluido en Conferencias y Artículos, ed. del Serbal, Barcelona, 2001)

Logos. Heráclito, fragmento 5. (incluido en Conferencias y Artículos, ed. del Serbal, Barcelona, 2001)

Aletheia. Heráclito, fragmento 16 (incluido en Conferencias y Artículos, ed. del Serbal, Barcelona, 2001)

¿Qué significa pensar? (ed. Nova, Buenos Aires, 1958)

Como referencia bibliográfica general, es imprescindible la página de Horacio Potel, que incluye muchos de los textos escogidos para este curso:

Heidegger en castellano



jueves, 28 de julio de 2011

El “inconsciente colectivo” y el abandono de la verdad


En uno de sus últimos ensayos, aún no publicado, titulado “El rechazo del
Hic. Reflexiones sobre el fiasco de la comunión de C. G. Jung", Wolfgang Giegerich escribe:

Si Jung hubiese continuado… como Freud, que no tenía interés en algo tal como el alma y su verdad, sino que estaba satisfecho con estudiar positivistamente (con un enfoque positivista) el funcionamiento del aparato psíquico, todo habría estado bien. Pero Jung quería, Jung necesitaba la “verdad”, a pesar de haber abandonado la base para la verdad voluntariamente y a sabiendas. Y así, después de haber desterrado de la vida real el sine qua non de la verdad, la participación del sujeto en la comunidad de sujetos, sumergió esta misma condición previa de la verdad (el aspecto comunal, el consensos gentium, o lo que él había llamado… “la fe de mi padre y de todos los demás” y “la fe general”, lo que Hegel un siglo y medio antes había llamado “la fe del mundo”) profundamente en “lo inconsciente” como “el inconsciente colectivo

Una comunidad sólo por nombre o declaración.


Este es el resumen del desarrollo inteligente del artículo, que claramente muestra la diferencia entre una verdad del alma (algo en sí mismo espiritual, lógico, y no sólo positivo-factual: la presencia objetiva y lógica -y no subjetiva emocional- del misterio) y las "experiencias vividas" que ávidamente busca el ego moderno, acontecimientos espectaculares y "subidones" para su autoafirmación y auto-edificación.


Como aclara al final del artículo, que versa sobre "la naturaleza comunal del alma", un sujeto existe sólo por virtud de una comunidad de sujetos. Sin ser reconocido lógicamente por otro sujeto, no hay sujeto en absoluto. El sujeto no es, como lo es un organismo viviente, una entidad que tenga una existencia propia. No es un hecho de la naturaleza. No hay primero un sujeto que luego sea también, o no sea, reconocido por otros e integrado en su comunidad. No, el reconocimiento mutuo -un acto psico-lógico- es la originación de la subjetividad. La subjetividad es contra naturam, al existir sólo en la esfera del Espíritu, de la mente, y por ello la idea de un sujeto aislado, atómico, es una contradicción en los términos. El sujeto requiere otro sujetos para llegar a ser; requiere el lenguaje, que es fundamentalmente comunal. La verdad y el alma existen una mutualidad de sujetos. No hay una cosa tal como un alma sin una comunidad. Al igual que el sujeto, tampoco el alma es algo natural, ontológico. Tiene que ser "hecha". Sólo llega a ser en un contexto social, cultural, lingüístico. Un embrión puede tener una psique, pero no tiene un alma.


Es en este sentido que ya Hegel había escrito, en el Prólogo a su Fenomenología del Espíritu:


Por lo que respecta a la filosofía en el sentido propio de la palabra, vemos cómo la revelación inmediata de lo divino y el sano sentido común -que no se esfuerzan por cultivarse ni se cultivan en otros campos del saber ni en la verdadera filosofía- se consideran de un modo inmediato como un equivalente perfecto y un buen sustituto de aquel largo camino de la cultura, de aquel movimiento tan rico como profundo por el cualel espíritu arriba al saber, algo así como se dice que la achicoria es un buen sustituto del café. No resulta agradable ver cómo la ignorancia y hasta la misma tosquedad informe y sin gusto, incapaz de retener su pensamiento sobre una proposición abstracta, y menos aun sobre el entronque de varias, asegura ser ora la libertad y la tolerancia del pensamiento, ora la genialidad. Como es sabido, ésta hizo en otro tiempo tantos estragos en la poesía como ahora hace en la filosofía; pero, en vez de crear poesía, esta “genialidad”, cuando sus productos tenían algún sentido, producía una prosa trivial o, en los casos en que se remontaba por encima de ésta, discursos demenciales. Lo mismo ocurre ahora con el filosofar natural, que se reputa demasiado bueno para el concepto y que mediante la ausencia de éste, se considera como un pensamiento intuitivo y poético y lleva al mercado las arbitrarias combinaciones de una imaginación que no ha hecho más que desorganizarse al pasar por el pensamiento, productos que no son ni carne ni pescado, ni poesía ni filosofía.

Y, a la inversa, cuando discurre por el tranquilo cauce del sano sentido común, el filosofar natural produce, en el mejor de los casos, una retórica deverdades triviales. Y cuando se le echa en cara la insignificancia de estos resultados, nos asegura que el sentido y el contenido de ellos se hallan en “su corazón” y debieran hallarse también en el corazón de los demás, creyendo pronunciar algo inapelable al hablar de “la inocencia del corazón”, de la pureza de la conciencia y de otras cosas por el estilo, como sí contra ellas no hubiera nada que objetar ni nada que exigir. Pero lo importante no es dejar lo mejor recatado en el fondo del corazón, sino sacarlo de ese pozo y llevarlo a la luz del día. Hace ya largo tiempo que podían haberse ahorrado los esfuerzos de producir verdades últimas de esta clase, pues pueden encontrarse desde hace muchísimo tiempo en el catecismo, en los proverbios populares, etc. No resulta difícil captar tales verdades en lo que tienen de indeterminado o de torcido y, con frecuencia, revelar a su propia conciencia cabalmente las verdades opuestas. Y cuando esta conciencia trata de salir del embrollo en que se la ha metido, es para caer en un embrollo nuevo, diciendo tal vez que las cosas son, tal como está establecido, de tal o cual modo y que todo lo demás es puro sofisma; tópico éste a que suele recurrir el buen sentido en contra de la razón cultivada, a la manera como la ignorancia filosófica caracteriza de una vez por todas a la filosofía con el nombre de sueños de visionarios. El buen sentido apela al sentimiento, su oráculo interior, rompiendo con cuantos no coinciden con él; no tiene más remedio que declarar que no tiene ya nada más que decir a quien no encuentre y sienta en sí mismo lo que encuentra y siente él: en otras palabras, pisotea la raíz de la humanidad. Pues la naturaleza de ésta reside en tender apremiantemente hacia el acuerdo con los otros y su existencia se halla solamente en la comunidad de las conciencias llevada a cabo. Y lo antihumano, lo animal, consiste en querer mantenerse en el terreno del sentimiento y comunicarse solamente por medio de éste.”

El alma entendida como "la comunidad de conciencias llevada a cabo". Nada natural, nada "entitativo", pero no por ello "nada en absoluto".