lunes, 28 de abril de 2008

Jung: experimento y profundidad

Jung estuvo siempre convencido de la “realidad del alma” en tanto que irreductible a “realidad física” y, por ello mismo, sostuvo la hipótesis de una “psique autónoma”. Desde sus comienzos opuso el conocimiento de la “profundidad” del alma a los métodos de una psicología “experimental”.
Es así que ya en uno de sus trabajos tempranos, “Lo inconsciente”, escribió:

“La psicología experimental de hoy está muy lejos de ilustrar de una manera comprensiva sobre los procesos prácticamente más importantes del alma. Su objeto es, efectivamente, otro distinto. La psicología trata de aislar y estudiar aisladamente los procesos más sencillos y elementales posibles, que se hallan en la frontera de lo fisiológico. No acoge lo infinitamente variable y movedizo de la vida individual del espíritu; por eso sus conocimientos y datos son, en lo esencial, detalles y carecen de cohesión armónica. Quien desee, por lo tanto, conocer el alma humana, no podrá aprender nada, o casi nada, de la psicología experimental. A este tal habría que aconsejarle más bien que se despoje de la toga doctoral, que se despida del gabinete de estudio y que se vaya por el mundo con humano corazón a ver los horrores de los presidios, manicomios y hospitales; a contemplar los sórdidos tugurios, burdeles y garitos; a visitar los salones de la sociedad elegante, las Bolsas, los meetings socialistas, las iglesias, los conventículos de las sectas para experimentar en su propio cuerpo el amor y el odio, la pasión en todas sus formas; y así volvería cargado con más rica ciencia de la que pueden darle gruesos tomos y podría ser entonces médico de sus enfermos, verdadero conocedor del alma humana. Hay, pues, que perdonarle, si no concede gran atención a las llamadas "piedras angulares" de la psicología experimental. Pues entre aquello que la ciencia llama psicología, y lo que la práctica de la vida diaria espera de la "psicología", hay una sima profunda. Esta deficiencia fue precisamente el origen de una psicología nueva.”

Puede consultarse dicha obra picando aquí

sábado, 26 de abril de 2008

Un Ravel histórico

La grabación hecha del Concierto en Sol de Ravel por Marta Argerich al piano, y Claudio Abbado dirigiendo la Filarmónica de Berlín. He aquí el Adagio:

lunes, 21 de abril de 2008

El poder de una firma

Tu firma es más poderosa de lo que crees:

viernes, 18 de abril de 2008

Fauré: In Paradisum

breve movimiento de su Réquiem, en interpretación de Carlo Maria Giulini dirigiendo a la Philharmonic Orchestra y Coros

miércoles, 16 de abril de 2008

Borodin: Nocturno

Del 2º Cuarteto para cuerdas:

martes, 15 de abril de 2008

Miseria de la psicología (6): Neurociencia y filosofía


En una clase dada el 28 de enero de 2008, se trataron temas psicológicos fundamentales, tales como la relación entre psicología y filosofía, la neurociencia, la perspectiva imaginal de James Hillman y el alma concebida como vida lógica según Wolfgang Giegerich.

Puede escucharse la clase picando aquí

domingo, 13 de abril de 2008

Mario Satz: El latido y la luz

Tras muchos, muchos años de lectura y meditación en el Libro de la formación o Séfer yetzirá, donde se dice que los treinta y dos senderos de sabiduría, o sea las veintidós letras y los diez números que ordenan el texto bíblico parten del corazón y vuelven a él, el Rabí Gabriel Toledano, descendiente de una vieja familia sefardí expulsada de España decidió-en paralelo a sus estudios de medicina en Montpellier-, explorar a fondo ese misterio subcutáneo que es el latido (1).

Para ello leyó con fervor a Ibn Gabirol de Málaga y a Yehuda Haleví, se adentró en las páginas más abstractas y difíciles del Zohar y repasó con meticulosidad las obras de Miguel Servet y de Harvey. Cuando supo que cada veintidós segundos la sangre completa su circulación por todo el cuerpo no le asombró esa cifra, ni tampoco que el número de latidos por minuto oscilara entre los sesenta y los ochenta, ya que la letra sámaj que posee el primer valor alude a lo secreto, y la pé que encarna el segundo señala la boca ¿No decía la Torá que lo que sale de la boca del corazón proviene? Ciertamente esas letras juntas forman la palabra saf, taza, y ¿qué es el corazón sino la taza en la que se vierte el Ser?

Pero aún y así Gabriel Toledano no comprendía a fondo del por qué del latido, es decir la danza instantánea entre la contracción o sístole y la dilatación o diástole. Lo habló con su maestro, el Rabí Yona Efron de Marsella, quien le dijo que el tamaño del corazón de cada quien equivale al de su puño cerrado, de donde abrir y cerrar la mano es un ejercicio que no sólo concierne y afecta a los dedos. Visitó a Omar Ispahán, un cardiólogo que vivía en las afueras de Burdeos y conocía lo que los grandes maestros sufíes dicen sobre la víscera cordial, y cuando éste le contó que los médicos persas del siglo X descubrieron que las túnicas del corazón poseían la misma inflorescencia que las rosas, una igual disposición en torno al vacío central, percibió en la analogía algo más que el aroma de la dicha. La doctora japonesa Yoko Namura, compañera de estudios en la universidad, interrogada al respecto le dijo que la palabra que en su país nombra al corazón, kokoro, no por mera casualidad tenía la raíz kr detectable en el cordis latino. Tras años de búsqueda la pesquisa de Gabriel Toledano daba frutos, pues incluso en el hrid del corazón sánscrito se detectaba, habida cuenta la cercanía entre los fonemas k y h , una idéntica fuente fonética.

En un vieja libreta escolar el Rabí Gabriel Toledano fue anotando las respuestas recibidas y los datos concernientes al corazón y su latido, abandonando, gradualmente, ya casado y con familia, su propósito de saberlo todo sobre tema tan difícil, hasta que un mediodía, mientras dormía la siesta entre dos pacientes, sintió el peso de la cabeza de su pequeño hijo Marc sobre el pecho, a la par que su voz preguntando:

-¿Qué haces allí pájaro carpintero? El corazón de mi padre no es de madera.
Aunque estaba despierto continuó haciéndose el dormido para oír qué otras ocurrencias salían de los labios del niño.
-¿Quién eres y qué haces, pájaro de mi padre, tan cercano y tan lejano?
-Sólo son latidos-dijo por fin Gabriel a su hijo.
-¿Y te parece poco? Hay muchos Gabrieles en el mundo pero sólo uno es mi padre. Hay muchos ruidos en el cuerpo, pero sólo uno imita al pájaro carpintero.


Mario Satz
de Alrededor de una nuez

(1) La expresión hebrea en el latido o be-peimáh equivale, numéricamente, a or, luz. Y nada puede ser más cierto: la circulación que se inicia el lado derecho del corazón asegura la oxigenación de la sangre, y la circulación que parte del lado izquierdo asegura la circulación por todos los órganos del cuerpo, de tal manera que, y gracias a los latidos, la sangre arterial esta más íluminada que la sangre venosa.

sábado, 12 de abril de 2008

Gran Teatre del Liceu, noviembre de 1972

El 7 de noviembre de 1972, en el Liceu, tuvo lugar una función de “Adriana Lecouvreur”, de Cilea, con Montserrat Caballé, Josep Carreras, Bianca Berini, dirigidos por Gianfranco Masini. He aquí un momento de esa inolvidable función, la entrada de la protagonista, actriz de la Comedia Francesa, ensayando un papel. Inmediatamente irrumpe en su aria “Yo soy la humilde sierva del genio ceador”:

jueves, 10 de abril de 2008

Sensualidad e inocencia

La ópera de Mascagni “Iris” no ha obtenido el reconocimiento de su “Cavalleria Rusticana”, aunque ofrece momentos de rutilante belleza y calidez mediterránea. En ella Iris, una inocente niña japonesa, es raptada y ofrecida a Osaka, un rico libertino. En una memorable escena el libertino (interpretado aquí por Giuseppe di Stefano) intenta seducirla (O come al tuo sotile corpo s'aggira) , mientras ella (magníficamente cantada por Rosanna Carteri) cree confundirlo con el dios del Sol; cuando él le dice que es el dios del Placer, ella responde con inocencia y espanto, en su aria “Un di ero piccina” (Un día cuando era pequeña) que, cuando era pequeña, en un templo un sacerdote le dijo que placer y muerte eran lo mismo. Osaka se cansa de su ingenuidad y la abandona. Es una grabación de 1957

viernes, 4 de abril de 2008

Lohengrin en italiano

Entrada de Lohengrin de la grabación en italiano para la RAI hecha por Sandor Konya en febrero de 1960, bajo la dirección orquestal de Ferdinand Leitner

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