viernes, 27 de junio de 2008

Luisa Miller

Con ocasión de que actualmente en el Liceu se está poniendo esta ópera de Verdi, la inmediata precedente de Rigoletto, he aquí el final de la obra, tal como la cantaron en 1968, en el Metropolitan de New York, el barítono Sherrill Milnes, el tenor Richard Tucker y la soprano Montserrat Caballé, en estado de gracia. Dirigía Thomas Schippers. Hay que destacar el trío final que comienza en 20:08.

lunes, 23 de junio de 2008

Edita Gruberova y el belcanto

En marzo de 2000 hubo en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona unas funciones de “Beatrice di Tenda”, ópera de Bellini, en versión concierto. Edita Gruberova, ya en la recta final de una larga y clamorosa carrera, ofreció una magistral lección de belcanto, con hilados de voz, trinos, messe di voce (aumento progresivo del volumen seguido de una disminución proporcional, sobre la misma nota, una proeza) y un legato ejemplar.
Cuando ella canta, reina un silencio absoluto en el teatro. Como decía un amigo: “Tiene el don de parar todas las toses, de curar a los tuberculosos”. Y eso ya es ALGO. La concentración del público es absoluta.
Como botón de muestra, he aquí el aria final, “Ah! Se un' urna é a me concessa”, de la función del 12 de mazo, donde a pesar de lo dudoso de la afinación sobre el agudo, el filado y la messa di voce resultan espectaculares. El teatro, lógicamente, se vino abajo

martes, 17 de junio de 2008

He abandonado el mundo...

He abandonado el mundo
======================
He abandonado el mundo
en el que malgasté mucho tiempo,
hace tanto que no se habla de mí
¡que muy bien pueden creer que he muerto!

Y muy poco me importa
que me crean muerto;
no puedo decir nada en contra
pues ciertamente estoy muerto para el mundo.

¡Estoy muerto para el bullicioso mundo
y reposo en un lugar tranquilo!
¡Vivo solo en mi cielo,
en mi amor, en mi canción!
------
Traducción: Francisco López Hernández - 2004

Esta es una buena traducción de uno de los Rückert Lieder de Mahler, que Dietrich Fischer Dieskau cantaba así:

domingo, 15 de junio de 2008

La ardiente llama del amor

De entre las muchas buenas versiones de esta aria de Marguerite, de “La Damnation de Faust” de Berlioz, esta es una de mis favoritas, por la intensidad dramática que Josephine Veasey imprime al personaje de Margarita, que en vano espera la llegada de su amante, Faust, que la ha abandonado. El ardor del deseo, el aliento entrecortado y la profunda melancolía están claramente delineadas en esta versión dirigida en 1974 por Colin Davis. “D'amour l'ardente flamme”




He aquí otro ejemplo del mismo número, cantado con voz opulenta por Jessye Norman, de una grabación en vivo en París 1985, también bajo la dirección de Colin Davis:

martes, 10 de junio de 2008

Caballé en 1984

Los años de máximo esplendor de la soprano catalana van de mediados de los 60' hasta finales de los 70'. No es que después no tuviera nada que ofrecer, ya que el fiato (el aliento, la capacidad de hilar frases y frases sin respirar) seguía siendo prodigioso, así como la belleza del timbre y la capacidad de flotar las notas (sus famosos pianissimi) , una afinación modélica, entre otras cosas.
Se la ha acusado de cierta frialdad interpretativa, de esteticismo, de tragarse las sílabas y no pronunciar el texto... y estas acusaciones no siempre han sido injustificadas. Sin embargo, aún en los 80' ofrecía momentos de belleza y calidad exquisitas, como el siguiente, tomado de una función en vivo de Don Carlo, de Verdi, en Orange 1984. Como ilustración de su fiato asombroso y de pianos (canto suave) flotados, basta con prestar atención a cuando dice "ti seguirá il mio cor.... ti seguirá el mio cor", (minuto 1:25) en una larguísimo fil di voce (hilo de voz), lo cual es una proeza y una preciosidad. Igualmente al finalizar el aria.